Emi, como lo llaman sus amigos y familiares, es un joven lleno de vitalidad y felicidad. Al momento de nacer presentó hipoxia y a los 3 meses lo diagnosticaron con parálisis cerebral. Desde los 6 meses de edad ha estado con terapias y como parte de esas terapias empezó a pintar, tenía 12 años y las primeras veces que pintó lo disfrutó muchísimo y se concentró por completo en lo que estaba haciendo, así fue que su mamá (Alicia Ortiz Keinrad)  descubrió que le gustaba pintar y que lo hacía muy bien.

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Emiliano pinta con el corazón, es por eso que ha encontrado en la pintura una manera muy fácil de poder adentrarse en sus sentimientos para después plasmarlos en sus obras de arte utilizando sus manos y dedos como pincel, creando diferentes formas y combinaciones de colores como medio de comunicación. Cuando está pintando se concentra por completo en su obra, él decide hacia dónde mover su mano y cómo hacerlo para combinar los diferentes colores, es su momento y su espacio, algo muy suyo que nos muestra su ser y estar interior, su producción es muy variada, con un estilo muy personal y con un gran colorido.

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En las obras de Emiliano podemos apreciar lo que un joven con parálisis cerebral puede expresar y comunicar desde su interior, poniendo todo su sentimiento en cada una de ellas; mostrándonos que aún y cuando se tienen muchas limitaciones motoras, la fuerza interior y las ganas de salir adelante son lo suficientemente fuertes para poder hacer frente a cualquier dificultad que se presente.